Tener un móvil hoy en día es casi como llevar una extensión de nuestra alma en el bolsillo. ¿Y qué pasa si se cae al suelo y se rompe? El sudor frío recorre tu frente, miras la pantalla con la esperanza de que todo esté bien… pero no. Ese destello de grietas te da la bienvenida. Aquí es donde entra el debate: ¿vale la pena contratar un seguro para tu móvil?
¿Qué cubre un seguro para móviles?
Un seguro para móviles normalmente cubre situaciones como:
- Caídas y roturas accidentales: Si se te resbala de las manos y termina convertido en un mosaico, el seguro podría cubrir la reparación o el reemplazo.
- Ejemplo: Estás en el baño, revisando TikTok, y ¡pum! El móvil termina en el suelo. O peor… en el váter.
- Robo o pérdida: Si te lo birlan en el metro o lo olvidas en un bar, el seguro puede reemplazarlo (ojo, esto depende de la póliza).
- Ejemplo: Te lo sacan del bolsillo mientras disfrutas de un concierto, y ni te enteras hasta que necesitas pedir un Uber.
- Daños por líquidos: ¿Eres de los que tienen el móvil más tiempo en la piscina que tú mismo? Aquí entra el seguro al rescate.
- Ejemplo: Brindas con amigos, y tu copa decide caer encima del móvil.
- Averías fuera de garantía: Si algo falla y la garantía ya no aplica, el seguro puede ayudarte.
¿Cuándo merece la pena contratarlo?
1. Tu móvil es caro (muy caro).
Si llevas un iPhone 15 Pro Max o el último Samsung Galaxy Ultra, arreglar una pantalla te puede costar casi lo mismo que un móvil de gama media. En este caso, el seguro es una buena idea.
2. Eres un poco… torpe.
¿Tienes historial de móviles caídos en el WC o pantallas rotas cada dos meses? Un seguro podría ahorrarte más de un disgusto.
3. No puedes permitirte un reemplazo.
Si no tienes ahorros suficientes para comprar otro móvil si algo le pasa, mejor cubrirlo con un seguro.
¿Qué tener en cuenta al elegir un seguro?
1. Coste del seguro
Los seguros suelen costar entre 8 y 15 € al mes. Suma cuánto pagarías en un año y compáralo con el coste de reparar o reemplazar el móvil.
2. Franquicia
Algunas pólizas te hacen pagar una parte del arreglo. Por ejemplo, si la reparación cuesta 300 € y la franquicia es de 100 €, tú cubres esos 100 €.
3. Exclusiones
¡Cuidado! Algunos seguros no cubren robo si el móvil no fue “extraído con violencia”. Así que si lo dejaste sobre la mesa y desapareció, puede que no te cubran.
Alternativas al seguro
Si no estás convencido, aquí van otras opciones:
- Comprar una funda reforzada: Es más barato y puede ahorrarte sustos.
- Ejemplo: Una carcasa tipo “todoterreno” puede sobrevivir incluso si lo lanzas (accidentalmente) desde un segundo piso.
- Tener un fondo de emergencia para móviles: Guarda algo de dinero por si ocurre lo inevitable.
- Ejemplo: Una hucha “por si las moscas”, o mejor dicho, “por si la pantalla”.
- Pagar reparaciones puntuales: Si no eres de los que rompen móviles cada mes, puede salir más económico.
El resumen épico: “Más vale prevenir que lamentar (o quedarse sin WhatsApp)”
Contratar un seguro para tu móvil tiene sentido si el riesgo de rotura, pérdida o robo es alto y no quieres gastar un dineral de golpe. Si eres cuidadoso y no estás dispuesto a pagar cuotas mensuales, quizá una buena funda sea tu mejor aliada.
¿Y tú, de qué equipo eres? ¿Seguro o funda a prueba de bombas? 🤔